viernes, 29 de abril de 2011

viernes, 22 de abril de 2011

Esto no va a para a la deriva


Se arrancó el corazón, dejándolo caer al vacío.

               Las mañanas se teñían de carencia, y las hojas de los Errtes empalidecían como enfermas de un amor moribundo. Todo encajaba en un mundo pequeño, vacuo, un espacio en que la vida era distinta y voraz.
I. Las mañanas se teñían de carencia.
              Caminaba en un pueblo extraño un hombre llamado Efil. Este pueblo perdió la inteligencia, la cordura y el amor, el amor.

jueves, 21 de abril de 2011

Me he acoredado de ti

Hoy en las mañanas pienso en ti. Tú siempre estás ahí.
Es increible la forma en la que tú te muestras a mi vida.
Yo sé que cuando cometa un pecado y me arrepienta, tú me perdonarás.

Perdóname.